Los delitos informáticos, también conocidos como ciberdelitos, son acciones ilegales que se realizan mediante el uso de dispositivos informáticos o redes de computadoras. Estos delitos pueden incluir actividades como el acceso no autorizado a sistemas informáticos, el robo de información confidencial, el fraude electrónico, la distribución de virus informáticos, el acoso en línea, el robo de identidad y la difamación en línea, entre otros.
Algunos de los delitos informáticos más comunes incluyen:
- Phishing: un ataque en el que los ciberdelincuentes envían correos electrónicos fraudulentos con el objetivo de robar información confidencial como contraseñas, números de tarjetas de crédito, etc.
- Ransomware: un tipo de malware que cifra los archivos de una computadora y exige un rescate para desbloquearlos.
- Hacking: el acceso no autorizado a sistemas informáticos con el objetivo de robar información o causar daño.
- Fraude en línea: estafas que se realizan a través de Internet, como la venta de productos falsificados o la promoción de servicios inexistentes.
- Ciberacoso: hostigamiento en línea, que puede incluir amenazas, acoso sexual o difamación en línea.
Estos delitos informáticos son graves y pueden tener consecuencias significativas para los individuos, las empresas y las organizaciones. Por lo tanto, es importante tomar medidas para protegerse contra estos delitos, incluyendo el uso de contraseñas seguras, la instalación de software antivirus y la formación en seguridad informática. Además, las autoridades trabajan para identificar y procesar a los responsables de los delitos informáticos.