El ciberacoso, también conocido como acoso en línea, es una forma de acoso que se lleva a cabo a través de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, computadoras y tabletas. El ciberacoso puede incluir mensajes de texto, correos electrónicos, comentarios en redes sociales, mensajes en línea o imágenes que sean humillantes, intimidatorias o vergonzosas para la persona afectada.
Algunos ejemplos de ciberacoso incluyen el envío de mensajes de odio en línea, la difusión de información personal o imágenes comprometedoras sin permiso, la creación de perfiles falsos en redes sociales para difamar a alguien, y la divulgación de rumores o secretos para causar daño a una persona.
El ciberacoso puede tener graves consecuencias emocionales y psicológicas para la persona afectada, incluyendo ansiedad, depresión, baja autoestima y estrés postraumático. En algunos casos, el ciberacoso puede incluso llevar al suicidio.
Es importante tomar medidas para prevenir y combatir el ciberacoso. Esto incluye la educación en línea para jóvenes y adultos sobre los riesgos del acoso en línea, la promoción de prácticas seguras en línea, como el uso de contraseñas seguras y la configuración de la privacidad en las redes sociales, y la denuncia del ciberacoso a las autoridades correspondientes. Además, las empresas de redes sociales y las plataformas en línea también deben tomar medidas para prevenir y combatir el ciberacoso en sus plataformas.